Es el período en el que se puede conseguir la llave para entrar en la universidad. En general, el alumno llega con mala base y muy poco hábito de estudio fomentado por el escaso nivel de exigencia y la promoción automática establecida en la ESO.
La realidad es que en esta etapa el grado de exigencia aumenta, ya que los alumnos deben llegar a la universidad "bien preparados", por eso tenemos que detectar errores y fallos de base, trazando la mejor estrategia para seguir durante el curso.
En Bécquer, trabajamos con el alumno en aquellas partes de su temario en las que encuentra más dificultad, e intentamos conseguir que los alumnos adquieran una forma de trabajo que permita optimizar su tiempo de estudio.
Además la selectividad en esta etapa está muy presente y para conseguir unos buenos resultados se necesitan alcanzar unas calificaciones medias altas con la ayuda de unos buenos preparadores.
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